Según la fiscalía, una pericia financiera contable determinó que estos $12 millones fueron un incremento patrimonial no justificado, con los que adquirió vehículos, inmuebles y acciones sin explicar el origen de los fondos.
Salazar Martínez se entregó el 23 de febrero pasado, en el Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador, después de cuatro años de haberle girado una orden de captura.
Sin embargo, la defensa sostiene que es un empresario con muchos negocios, especialmente, una sociedad de combustibles.
“Claro que se ha movido dinero, porque son empresarios...él ha movido dinero, capitales que no son propios, que son pagos que se hacían a empresas proveedoras de las materias primas que ellos comercializaban y está documentado con cheques”, explicó ayer el defensor, Gerardo Cisneros.
El abogado agregó que los peritos fiscales no revisaron la facturación de las ventas de las sociedades, sino que solo tienen los ingresos en bancos.
Por este caso, su padre, José Adán Salazar Umaña, el exalcalde de Metapán, Juan Umaña Samayoa y cuatro acusados más esperan el fallo de un tribunal de sentencia, el próximo 6 de abril, por el delito de lavado de dinero de $132 millones, a través de las sociedades Hoteles Salvadoreños (Hotesa S.A. de C.V.) y Agroindustrias Gumarsal, principalmente, según la Fiscalía.