Cuando Sofía Velásquez se involucró de manera formal en el voleibol a finales del 2012, nunca se imaginó que nueve años más tarde disputaría el XX Campeonato Centroamericano de Voleibol Playa junto a Yvonne Soler, leyenda de esta modalidad en El Salvador.
Hija de don Miguel Velásquez y doña Doris Sierra, Sofía nació el 1 de agosto de 2000, es la tercera y última hija del matrimonio (dos hermanos mayores) y se involucró en el deporte gracias a que su papá la motivó a practicar natación y baloncesto.
Pero, su interés por el voleibol inició cuando tenía ocho años y estudiaba en el Liceo Salvadoreño, pues durante un recreo vio a varios niños jugar este deporte en una cancha de cemento y de inmediato pidió sumarse al grupo.
“Me llamó la atención al verlo, pero no era algo que me apasionara en ese momento; incluso, cuando comencé a entrenar de manera constante voleibol, yo decía: puya soy bien pequeña y las demás son bastante grandes, yo no voy a poder jugar”, recordó la atleta.
No obstante, ser disciplinada y constante en los entrenamientos hicieron que Sofía se apasionara del voleibol hasta llegar a representar a su institución durante cuatro años en los Juegos Deportivos Estudiantiles. Fue así que, gracias a su talento, a finales del 2012 se le abrieron las puertas de la Federación Salvadoreña de Voleibol (Fesavol) y en el 2014 se sumó a las filas del equipo Indonet, de la segunda categoría de voleibol sala y que era dirigido por Juan Andrés León.
Su pasión por el voleibol fue tan grande que, en el 2018, Sofía hizo dupla con Gabriela Funes para participar en el Campeonato Centroamericano Juvenil de Voleibol Playa y de ahí nació su amor por esta modalidad.
“Fue la primera vez que jugué de manera oficial voleibol playa, porque antes ya había jugado, pero en ese momento le encontré la pasión, ya que, al ser únicamente dos personas, el resultado ya no depende de otras cinco personas como en sala”, mencionó la jugadora.
Eso sí, la pasión por el voleibol no ha hecho que Velásquez descuide sus estudios, ya que hasta la fecha ha cursado cuatro años de la carrera de Doctorado en Medicina en una universidad privada de San Salvador.
“Medicina es una carrera que consume mucho tiempo y por eso siempre trato de organizarme, ya que, incluso en competencias hago parciales, pero todo depende de saber organizar el tiempo para poder llevar ambas cosas de la mano”, explicó Sofía.
En la misma línea, la voleibolista reconoce que haber forjado un buen carácter y disciplina desde temprana edad le ha ayudado a lidiar con sus compromisos deportivos y estudiantiles.
“A veces son noches de no dormir, otros días de levantarme a las 5:00 a.m., para hacer los parciales y luego asistir a mis entrenos. Al final, lo que me impulsa es la voluntad y el amor que siento por el deporte”, asegura la jugadora.
