“No se puede gobernar sin diputados”, enfatizó Cañas quien señala que no es serio pretender ganar la presidencia sin preocuparse también de tener un representación en el otro órgano de Estado que se configura en la urnas, la Asamblea Legislativa.
El analista destaca que todo gobierno necesita tener un importante nivel de apoyo en el congreso para dar impulso a sus iniciativas, para evitar bloqueos constantes de la oposición y para desarrollar un auténtico plan de gobierno.
Por otro lado, Roberto Cañas detalla que existe una importante dosis de experiencia electoral es necesaria para poder implementar una campaña efectiva, esa experiencia solo viene de un grupo de personas que son líderes en sus comunidades, que tienen conocimiento pleno del territorio y que están presentes en los 262 municipios del país.
En El Salvador solo ARENA y el FMLN tienen tal capacidad instalada, la que movilizan con regularidad y que implica también una fuerte inversión.
“Esa estructura se encarga de defender el voto”, asegura el analista quien apunta que las instituciones son organismos, en especial los organismos electorales temporales, están conformados por personas, individuos con sus propios intereses y que en el caso de nuestro país representan a un partido político.
Esa estructura es lo que le da peso electoral a los partidos tradicionales y lo que les permite ganar elecciones aunque sus candidatos no sean los mejores, por eso mismo la expulsión de Nayib Bukele se convierte en un riesgo calculado que el FMLN y su estructura territorial están preparados para asumir.
Esa misma estructura y experiencia se haría falta a Bukele, independientemente de la cantidad de dinero que esté listo para gastar en su iniciativa.
La garantía del voto duro
Roberto cañas también señala que el principal reto de Nayib Bukele, quien goza de popularidad principalmente entre los jóvenes, es convertir esa simpatía en acción, pues según resalta “a través de Facebook no se vota”, y existe la tendencia estadísticas entre las personas más jóvenes de El Salvador de aprovechar el día de la elección para hacer cualquier otra cosa, excepto hacer cola en un centro de votación.
El analista asegura que la fuerza de los partidos tradicionales descansa en el voto duro, caracterizado por su fidelidad, es decir que prácticamente sin importar las circunstancia sale a votar y vota por el mismo partido en cada elección.
Este factor, es según el también catedrático universitario, la razón que explica el nombramiento de Ernesto Muyshondt como candidato a la alcaldía de San Salvador, pues considera evidente que no es la más potable de las figuras dentro de ARENA, pero si el nivel de abstencionismo se mantiene, la competencia no sería entre candidatos, sino entre estructuras partidarias, principalmente a la hora de contar votos.