Sábado, 06 Febrero 2016 17:46

El examen de los ojos al inicio de clases

Escrito por  Dra. Nancy Alvarado
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El desarrollo de los niños debe ser evaluado constantemente. Conocer cómo inician un año escolar y qué nivel han alcanzado al finalizar el mismo, es indispensable. Pero no solo se deben considerar las funciones o áreas de habilidades principales o cognitivas, motora, lenguaje, social y adaptativa.

La evaluación de cada una de estas funciones es importante, porque su desarrollo dentro de parámetros normales o no repercute no solo en su desenvolvimiento dentro de las aulas, sino en quienes lo rodean en su escuela o colegio y aun dentro de su hogar.

Evaluaciones

Prácticamente en todos los planteles educativos se solicita a los padres realizar evaluaciones especializadas en estas áreas si los maestros detectan algún aspecto diferente de los niños en el desempeño de sus actividades. Pero, hay otros exámenes que pretenden determinar aspectos menos relevantes pero no menos importantes.

Al comenzar un año más en las jornadas escolares, las exigencias para los niños son cada vez más grandes. Los pequeños deben pasar horas del día frente a la pizarra, la pantalla de la computadora, escribiendo o leyendo en cuadernos y libros. Con todo eso pueden aparecer síntomas como: dolor de cabeza, mareos, fatiga y visión borrosa. Acompañando a estos síntomas también aparece el bajo rendimiento escolar.

Ante una situación de esta naturaleza hay que actuar de inmediato y determinar las causas a fin de equilibrar el rendimiento escolar.

Por eso, vale prevenir llevando al niño o a la niña a un chequeo previo el inicio de clases, recurriendo a especialistas.

El dolor de cabeza puede ser síntoma de algún problema ocular y puede estar asociado a uno de los problemas comunes en la infancia como es el estrabismo que puede ser consecuencia de la hipermetropía, sobre todo en niños.

Los niños llegan a casa de la escuela y se quejan de dolores de cabeza. Sufren muchas molestias al momento de hacer las tareas. En la escuela los maestros se quejan que estos niños se distraen y que les cuesta prestar atención cuando se les explicaba algo en la pizarra, y al llevarlos al oftalmólogo resulta que nuestros hijos tienen un problema de estrabismo y es hasta entonces que empezamos a notar que uno de sus ojos se le van hacia un lado, lo que provoca el dolor de cabeza, en el esfuerzo que hacen para mantener los ojos en su lugar. Y al

final eso causa que se distraiga, repercutiendo en su desempeño escolar. Por lo que cada año, antes de comenzar las clases es importante realizarles el respectivo chequeo ocular así como otros chequeos que garanticen su salud y tranquilidad y les ayuden a mejorar su atención en la escuela.

La mayoría de los procedimientos para examinar la visión no son invasivos. Cuando se requiere usar sustancias que van a provocar reacciones estos exámenes los realiza el oftalmólogo.

 

Uso de lentes

Actualmente usar lentes ya no es una molestia para los niños. Hoy en día existen diferentes tipos de monturas o aros más livianos y el material que se usa para las lentes es policarbonato, un polímero especial muy liviano y muy resistente a las rupturas.

Cuando los padres acudan con sus hijos a las ópticas, pueden sugerir que se prueben varios modelos, pero explicándoles bien su uso. Es recomendable elegir los anteojos con marcos firmes y sin tornillos, ya que estos son más resistentes a golpes y caídas.

Exámenes oftalmológicos

Para cada edad existen métodos de medición de la agudeza de la visión, la cual puede ser determinada mediante tests especiales, incluso en los lactantes.

En un niño colaborador se puede realizar un examen similar a un adulto desde aproximadamente los 4 años de edad.

Cuando aún no conocen las letras o números, se utilizan figuras fácilmente reconocibles por los niños o la letra E de Snellen, la cual se presenta hacia arriba, abajo, etc. Y se le pide al niño que diga con sus manitas en qué dirección están orientadas “las patitas de la E”.

Para los más pequeños o no colaboradores, se pueden realizar exámenes sencillos y no invasivos que permiten determinar que el ojo esté bien formado y la visión se esté desarrollando bien.

Muchas veces se utilizan fármacos como los colirios en los ojos que al cabo de un promedio de 40 minutos relajan el músculo de la acomodación y permiten medir con exactitud la potencia óptica.

La visita al oftalmólogo es de suma importancia

El desarrollo de la visión se inicia al nacer, y continúa hasta aproximadamente los 8 a 9 años de edad.

Los niños pueden ser examinados desde que nacen; y entre más pronto se detecte el defecto o la enfermedad ocular, mejores serán las probabilidades de recuperación mediante un tratamiento oportuno.

Para saber si un niño tiene dificultades con su visión debemos atender algunas conductas comunes. Por ejemplo: si al mostrarle un objeto a un niño este se acerca para verlo, o si guiña un ojo para leer, o ver la TV, es una clara señal de que existe un problema visual.

Nosotros mismos podemos hacer una prueba: colocándonos a la misma distancia de nuestro hijo frente a un cartel u objeto y nos tapamos un ojo, y luego el otro, y así evaluar si vemos lo mismo. En general, un niño de 4 años de edad debe tener una agudeza visual similar a la de un adulto.

En caso de defectos ópticos graves el niño puede ser inseguro en lugares extraños, abiertos u oscuros.

Otra conducta que permite determinar la presencia de un problema visual es cuando el niño inclina o gira la cabeza para ver de cerca o de lejos, lo cual podría sugerir que tiene una desviación de un ojo o estrabismo.

En ocasiones hay niños que lo que tienen es alguna falla en la visión, lo cual incide en su desarrollo; pero al no conocer qué es lo que le sucede, al pequeño se lo califica de ‘torpe’. “Hay niños, de dos o tres años, que ya asisten al preescolar, y que se suelen tropezar frecuentemente, o se golpean de frente al caminar. A estos chicos primeramente hay que hacerles un examen de la vista, y en la mayoría de las veces se les corrige su falla visual y se terminan los problemas”.

Por eso el examen oftalmológico y las pruebas optométricas deberían ser un requisito antes de entrar al colegio: “Sobre todo antes de la edad escolar, entre los seis y siete años, cuando se da inicio al proceso de lectoescritura. Hay muchos niños que suelen quejarse de dolor de cabeza, picazón en los ojos, o simplemente tienden a mover constantemente la cabeza hacia un lado. Estos son síntomas y signos indicativos de que hay una falla en sus ojitos, por lo cual se deben realizar entonces los exámenes visuales respectivos”.

Visto 1386 veces Modificado por última vez en Miércoles, 10 Febrero 2016 20:42

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